Vergüenza frente a la multitud

Como ahora la onda es abrirse como en el juego del 8, decidimos seguir abriéndonos, frente a ustedes nuestro popular y multitudinario público lector. Ojo, abrirnos no es con un bisturí, sino de una forma más dolorosa.

¿Cuántas veces nos pasó de lo cual nos avergonzamos de algo que hicimos o que dijimos? ¿Que después de ese acto a lo único que atinamos fue a mirar a ver quién estaba alrededor nuestro? ¿Nunca les pasó? Vamos, no mientan, siempre algo nos pasa...

Co-Editor Félix

· "Esto aconteció hace tres años atrás. Es la que yo llamo una época oscura de mi vida. ¿Por qué? Tenía el pelo re largo, y me llegaba hasta los hombros y me entorpecia la vista... ¡Cuac! No, pero en serio.
Todavía hay gente que se ríe de esto después de tanto tiempo, incluso gente que no estuvo ese día en ese instante. Y hasta hubo tiempo de deformar la historia.
Era el viaje de egresados de Noveno grado (En Buenos Aires la primaria era hasta noveno, que equivale a segundo de la secundaria) en Bariloche. Ese día habíamos ido de excursión hasta el Cerro Campanario y subimos hasta la cima a pie. Hasta entonces todo bien. Recuerdo que mi tía me había prestado su handycam para grabar todos los momentos de aquel hermoso viaje y andaba filmando por todos lados. Comimos y llegó la terrible hora del descenso.
No sé aún por qué, pero nuestros profesores perderon en camino para regresar y salimos detrás de una estancia en la cual había caballos, vacas y toda la bosta (y el olor a ella). Para pasar al otro lado y llegar al lugar donde residíamos teníamos que cruzar una cerca de alambre. Los profesores habían logrado bajar el alambre para que pudieramos pasar al otro lado. Pero yo vi que otros pasaban por un lado, donde el alambre no estaba bajo. Me pareció fácil así que me trepé y pasé un pie al otro lado. Cuando quise pasar el otro, no se qué hice que terminé boca arriba (cuando por la lógica tendría que haber quedado boca abajo) contra el pasto y mi pierna derecha aprisionada entre los alambres... ¡Qué dolor! Rápidamente me ayudaron a liberar mi pierna. Pero al pararme fue más doloroso ver como los otros 83 alumnos, compañeros y amigos que estaban allí se reían de mi desgracia. Y yo rengueando hasta el camino. Todos se burlaron de mí aquel día y fui tragicamente célebre.
Aún siguen contando la anecdota, pero muy pocos saben que fui yo, porque luego corté mi pelo a un largo descente. Algunos dicen que tenía la cámara el mano (otra cosa por la que fui célebre) cuando caí y que se filmó la caida. Mentiras... Pero fue vergonzoso para mí. Mucho...

· Otra vez que me caí. Estábamos en la casa de un compañero, habíamos estado en la pileta y en su patio a había pasto y en una parte un piso de losa que estaba mojado por haber estado en la pileta nosotros. Yo aún no había salido y mis compañeros estaban en la parte de losa, así que decidí unírmeles. Salí de la pileta y fui corriendo hasta ellos, cuando Yamil, el dueño de casa me grita:
-¡No! ¡Para que está resb...!
No pudo terminar su frase porque para cuando me di cuenta tenía mi espalda y mis brazos contra la losa del porrazo que me pegué. Quedé marcado por dos meses más o menos por la malidita caída.

· Y miles de veces más que me caí, pero no las cuento porque me cayo el sueño...


Co-editora Vanys

A ver..si de vergüenzas se trata soy algo así como una “especialista”.
Y no, no son para nada planeadas...solo salen.
Para que tengan una idea saben verme llegar y decir:
-¿Y?, ¿ya te mandaste la cagada de la semana?
Tengo miles..es mas puedo hacer una lista bastaaaante larga, pero les voy a contar la ultima.

Con mi mejor amiga tenemos una especie de “Sociedad”, en la que trabajamos juntas. Se trata de un castillo inflable, esos que se alquilan para fiestitas infantiles.(algo que hacemos solo los fin de semana)
El sábado pasado teníamos un fiestita ( cabe aclarar que son lindas cuando te convidan con sanguchitos y torta...pero a Piñón Fijo y sus canciones ya les perdí la gracia) , la de Agustín, que cumplía 6 años.
Mel, mi amiga, no iba a poder estar las 2 horas conmigo cuidando a los niños porque tenia un compromiso...o sea, me ayudo a armar el castillo y luego se retiro para volver después a buscarme.

Todo iba bien, re felices y contentos hasta que empezó el maldito Piñón Fijo y no tuve otra alternativa que sacar del bolso el mp3 y colocarme los auriculares.
Fuerte, muy fuerte la música.
Mientras, claro esta entraba al castillo, jugaba con los peques...iba, venia y así pasaban los minutos.

En eso, la abuela (Sra. muy chusma) del cumpleañero me miraba y hablaba y hacia todo tipo de señas...yo la miraba y sonreía, asentaba con mi cabeza pero obviamente no escuchaba nada.

Cada vez que me agachaba para alzar uno de los niños se tapaba la cara, me miraba re sorprendida..y seguía con los gestos.
Los nietos, familiares y restos de amigos reían...
Me decían:
-Dejalos “nena”, veni...mejor, sentate...¿por que no te sentas?

Lo que menos tenia ganas de hacer era socializar...así que evite la situación y seguía con los niños, saltando...subiendo y bajando del castillo.

Pasaron las dos horas, llego Mel a buscarme y ayudarme a desarmar todo.
La gente me miraba, constantemente...
La abuela todavía seguía con los gestos y me seguía para todos lados con un pedazo de torta para que me lleve a su casa.

Besos a los niños, al cumpleañero y saludo en general para el resto.

Yendo al auto, con vos bajita...miro a Mel y digo:
-Estos están mas locos que yo.!!
-Unos extraños totales, todo el rato me siguió la vieja esa de mierda...y no paraban de reírse.
Entonces Mel me mira y dice:
-Y que queres!!! Tenes flor de tajo en el pantalón!!!
-Se te ve la mitad de la bombacha!!!!

Perdón!!!!!


Co-editora Dan

¿Vergüenzas? *Suspira*.. tantas..
Desde la típica de tener un agujero en el pantalón [razón por la cual hoy en día soy una maniática y me pongo loca cuando algún pantalón mío tiene un agujero xD] hasta la otra típica de caerse y hacerse pomada..en frente de mil personas.
La más reciente [que menos mal estaba sola en mi pieza] que voy a compartir con uds por que ya no me interesa si me pongo en ridículo o no [Claro, a esta altura ya pasó tantas vergüenzas que no le queda más xD] fue que: estaba yo, la otra noche, muy feliz bailando The Cure [léase: moviendose como Robert Smith = a lo fumado] cuando de repente perdí el control de mis piés y me fui a caer sobre mi cama. Claro, ahora uds pensarán: ah, bue, pero se cayó sobre la cama, no le pasó nada... Es que uds no conocen mi cama.. a los piés de la misma hay MADERA.. hay toda una madera color hueso, muy bello.. muy duro.. caí de culo sobre esa maldita madera.. y así es como hoy no me puedo sentar sobre mi muslo izquierdo por que me duele y mucho XD, tengo toda una línea vertical que atraviesa el muslo.. no se si me quedó moretón pero que duele, duele >.<.
Solo a mi me pueden pasar boludeces semejantes xD.

Otra que no sé si considerarla como vergüenza o qué.. pero me pasó el año pasado.
Había ido a la casa de mi ex, el vive en Morón.. había pasado la tarde ahí y después, antes que me trajeran a mi casa íbamos a pasar por la casa de su padrastro, en Paso del Rey. Una quinta preciosa tiene el viejo..
Llegamos, me presentaron [mucho gusto de acá, mucho gusto de allá..] y el viejo y mi ex me mostraron la casa.. Ete aquí que cuando llegamos a la sala de juegos me emocioné con la mesa de pool que tienen [me gusta mucho jugar al pool] y no se me ocurrió mejor idea que ponerme a jugar un poco con mi ex. Todo bien hasta el momento.. la vergüenza llegó cuando, así toda emocionada y estúpida, como soy, quise sacar un taco de pool de su funda que mi ex había dicho que era de él [tenía una madera preciosa, verde, color mármol, marfil, anillos de metal con peso para más precisión.. en fin, estaba buenísimo xD] y empecé a abrir rápido la funda.. en cuanto mis dedos tocaron el taco el viejo me miró y me dijo: ese es mío... Se hizo un silencio aterrador, creo que me puse totalmente pálida [si, más pálida de lo que soy] y me agarró un miedo.. un terror.. una vergüenza y unas ganas de llorar.. Lo miré con miedo y le dije: perdoneme, pensé que era de Byron [mi ex] y lo metí rápido adentro de la funda de nuevo, la cerré y la dejé sobre la mesa.
Dios, jamás estuve tan cagada en mi vida.. encima el tonto de mi ex que me sonreía, no lo maté por que.. pero que vergüenza, yo toda deshinibida y el flaco "es mi taco". Pensé que me sacaba a patadas ahí nomas.. por que el tipo mucha autoridad, un belga que todavía hablaba con el maldito acento francés, me acuerdo y veo la situación en mi cabeza..

En fin, podría, tal vez, contar más pero sinceramente ahora no me acuerdo mucho ¿^^.

¡Que los comentadores cuenten alguna, che!